El Bernabéu debe hablar

Despiste, fallo defensivo, error grave de Coentrao, Casillas la pifia, fuera de juego en el 1-0, excesivo conservadurismo de Mourinho…

Son muchos los críticos y muchas las frases que resumen el 2-1 que trae en contra el Real Madrid de Alemania. Sin embargo, queda un partido de vuelta, un partido en el coliseo blanco… y el Bernabéu Hablará, dictará sentencia, decidiría quien es el mejor.

Ya no importa lo que ocurriese ayer. No tiene sentido buscar culpables. Hay que concentrarse, motivarse y apretar los puños dispuestos para una batalla que será antológica. Irán a la guerra, y nosotros, su público, su gente… iremos con ellos. Prestaremos nuestras almas y corazones para darles ese oxígeno que parece faltarles.

Como madridista, aún en caliente, es lógico estar cabreados con una derrota. Máxime cuando con un partido tan malo del Madrid, pudimos sacar tanto. A poco que hubiesen apretado ayer, se traen un 1-3. Pero no lo hicieron, y pese a la decepción inicial, debemos ser conscientes que el resultado, si bien no es positivo, ni mucho menos es insalvable. No se necesita ningún milagro o gesta. Basta un escueto 1-0. Hace tiempo contra el mismo rival, ya se necesitaba un 2-0, y dicho resultado llegó. ¿Vamos a tener hoy miedo cuando con un 1-0 nos vale. Nooo. El Madrid no puede permitírselo y la afición no va a conceder semejante ventaja a los alemanes. El Bernabéu hablará.

Se avecina una noche  apasionante, llena de tensión y fútbol. El miércoles será el día señalado y el Bernabéu reventará para llevar en volandas a su equipo hasta la final. Se debe tener respeto, pero nunca miedo. Eso solo debe sentirlo el equipo visitante cuando vea las imponentes gradas de Chamartín vibrar hasta casi derrumbarse. Cuando escuche los cánticos resonantes que retumban en el templo del fútbol. Y cuando el miedo escénico haga presencia, se derretirán como un cubito de hilo en Agosto situado en medio de la  plaza de Cibeles.

El Madrid tiene razones para estar intranquilo, pero debe saber, que su público va a estar con ellos a muerte… y esta vez contarán con un arma infalible. El Santiago Bernabéu. No fallaremos, y el equipo tampoco.

¡¡Hasta el final, Vamos Real!!