Guardiola se cargó en el día de ayer y en pocos minutos, cuatro largos años de pose, de posturitas y de una imagen de elegancia que estaba muy lejos de la auténtica realidad. Ayer, se le movió la careta y pudimos ver su verdadero rostro… ayer, en pocos minutos, se vio la realidad que se esconde tras su antifaz de hipocresía y demagogia. Vimos al verdadero Pep Guardiola.
Y todo, porque tras ganar 4-1 al Málaga, Pep soltó la bomba en la rueda de prensa. Un pequeño desliz, pero suficiente para montar el incendio
Pep Guardiola, entrenador del F.C. Barcelona: "Nos han pitado dos penaltis, pero ahora ya es tarde, ya no hace falta. Nunca podrán decir que el Barcelona no lo ha intentado. El Madrid ha sido el justo campeón pero han pasado muchísimas cosas que se han tapado por nuestro silencio"
Es curiosa la frase partiendo de la base de que ambos penaltis fueron regalados, el primero por convertir en penalti una falta fuera del área, y el segundo por una caída a la piscina de medalla de oro. Pero no vamos a entrar en esto, es una obviedad que con una siempre mención, queda explicada.
Lo primero que hay que decirle al señor Pep, es que no ha elegido el mejor momento para hacer este tipo de declaraciones. No es el momento de hacerlo justo antes de marcharse, porque a eso algunos le llaman tirar la piedra y esconder la mano. Y segundo, porque tras cuatro largos años vendiéndonos una imagen de caballero elegante, en el momento en el que más valor tenía demostrarlo, se le ha visto su auténtico rostro. Era en el día de ayer cuando de verdad debía mostrarse como un caballero y no una sombra que da lo contrario a lo que ofrece. En lugar de eso, Pep patinó y mostró sus miserias ante el mundo entero.
Y sí, muchos dirán que felicitó hasta en tres veces al Real Madrid al que consideró un justo vencedor… pero tras reconocer esto, soltó su característico y elegante “pero…” y como le explicaron a Tyrion Lannister “Todo lo que vaya antes de un “pero” carece de valor”. Y es cierto, querido Pep. Por lo tanto, por mucho que reconozcas al Madrid como justo vencedor… ese “pero” nos deja ver tu verdadero rostro que ahora es claro y nítido.
Porque era ahora Pep, en la derrota, cuando de verdad debías demostrar que toda la imagen vendida hasta ayer, era válida y real. Pero en lugar de eso, hablas de penaltis que llegan tarde. Dices que han ocurrido cosas que han quedado ocultas tras vuestro silencio. ¿Qué cosas Pep? ¿Por qué no hablas claro? ¿Por qué te escondes tras esa enigmática frase cual cobarde que huye tras la primera gran derrota?
Rajar ahora, cuando te marchas tras cosechar un año de fracaso, no es la mejor forma de mantener esa imagen que nos quisiste vender con hipocresía y falsas palabras. Mourinho podrá equivocarse, pero ha demostrado no tener miedo a hablar. Cuando tiene algo que decir, lo dice… sin importar las consecuencias, sin disfrazarlo ni enmascararlo de ninguna forma. Y sobre todo, Mourinho ha demostrado seguir su discurso tanto en la victoria como en la derrota, porque tú querido Pep, has demostrado tener un discurso elegante para la victoria, y enigmático y oscuro para la derrota, incrementado por una huida torpe y cobarde.
Querido Pep. Ayer se te movió la careta y hoy todos podemos ver tu verdadero rostro. Quítatela de una vez.
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