jueves, 5 de abril de 2012
El Ángel Blanco
Cada partido que pasa, el madridista debe estar un poco más satisfecho sobre el fichaje de Ángel Di María, un jugador que, no lo olvidemos, llegó al club desde el Benfica, al igual que Coentrao, y a un alto precio... igual que Coentrao; por lo que generó numerosas dudas.
Sin embargo, existe un abismo entre uno y otro. Entre Coentrao y Ángel, entre el fracaso y el completo éxito. Coentrato aún tiene tiempo para revertir la situación, eso lo tengo claro... pero en el caso de Di María, es que lo revirtió desde que tocó su primer balón de blanco.
El fideo se ha convertido en pieza clave de este equipo, el Ángel salvador de Mourinho, el jugador que vuelve loca a la grada con una mezcla de calidad y sacrificio. Pero todo esto tiene su intrahistoria, porque cuentan las malas lenguas, que en las primeras semanas con el Real Madrid, en plena pretemporada, fue el propio Mourinho quien arto de su comportamiento, le agarró del peto por el pecho y se lo dejó bien claro..."Aquí, o te dejas el alma y corres o te vas a tomar por culo", si se me permite la expresión citada...
El fideo entendió el mensaje y cuentan que su cambio fue inmediato. El jugador alucinó viendo como su esfuerzo y presión asfixiante tenía un efecto tan desbastador entre la afición a la que rápidamente se metió en el bolsillo. Desde entonces, ese espíritu de sacrificio va escrito a fuego en su ADN.
¿Pero qué tendrán estos argentinos que son tan buenos? ¿Es casualidad que dos de los jugadores que demuestran más alma sean Argentinos? Pipa y Di María se dejan la vida en cada partido... pero saben combinarlo con calidad, con esa mala baba argentina que les lleva a mantener la sangre fría en los momentos más calientes. Porque si hace poco vimos a Higuaín hacer una vaselina, algo tosquilla pero bien ejecutada, en pamplona para superar aquel ambiente hostil y poner el 0-3... ayer contra el Apoel vimos a Di María realizar la vaselina perfecta. Cuando todo el mundo esperaba el pase en profundidad a Ronaldo, El balón se elevó desde los pies del Ángel blanco para superar sutilmente, como una pluma, al portero chipriota que solo pudo hacer una cosa... pestañear.
Y resulta que esa sangre fría, ésa sutileza y rapidez mental solo se la he visto a un jugador en los últimos tiempos. A Leo Messi. Argentino, para mayores señas e "increíble" casualidad. Porque nacionalidades el Margen, la calidad de Di María es lo más parecido a Leo Messi que se puede ver en el planeta futbolístico, salvando las distancias claro, aunque distancias cada vez más cortas.
Ángel se mueve entre líneas como pez en el agua, como Leo. Finaliza con sangre fría, ya sea de disparo seco, como de sutil vaselina... como leo. Tiene un driblin mortal, escurridizo y veloz, como Leo; y su visión de juego es prodigiosa, capaz de sacarse pases de la nada. Di María y Messi. Messi y Di María, dos jugadores similares, dos estrellas del balompié. Dos Argentinos. Siempre lo he dicho... a mi dame un Argentino y luego me cuentas películas sobre los brasileños.
Tan solo me queda una inquietud con Di María. Porque no tengo dudas de que puede ser una de las grandes estrellas del mundo. Tiene capacidad de sacrificio, humildad y calidad para ello. Es tremendamente joven, y atrás queda un precio altísimo que se pagó por él y que ahora parece irrisorio. Sin embargo... siempre planea cerca de su figura, la sombra de las lesiones. Su único lunar.
Solo hay que mirar números. En dos temporadas el periodo de baja es considerable. Recae con facilidad y es propenso a perderse uno o dos partidos cada mes por una cosa u otra. ¿Problema de los médicos o jugador de porcelana? Es la única interrogante que me queda por resolver en un futuro que se avecina espléndido. Ojalá el Ángel blanco no decaiga y siga dándonos muchas alegrías, porque bueno es un rato... ¡¡Grande Di María!!
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